Ráfagas: Otra más de la CAASIM
PACHUCA, Hgo., 20 de abril de 2015.- Muy interesante es tratar de entender el papel que juegan los integrantes del Partido Encuentro Social (PES) en la isla política que representa Hidalgo ante el escenario nacional.
La hegemonía tricolor que viste a la entidad desde siempre, vive una crisis de identidad generada en buena medida, por los insistentes rumores de escisión.
Creado el año pasado, el PES sostiene que va por el voto del electorado que no participa y su estrategia es motivar a ese sector de la población que está molesto y no se identifica con la propuesta de ninguno de los partidos vigentes.
Según su propia definición, su esfuerzo se dirige en primer lugar a “despertar la energía social” de las bases de militantes que fueron armando en Encuentro Social, la Asociación Política Nacional (APN) en la que trabajaron antes de obtener el registro como partido político nacional.
El PES se propone, eso dice su dirigente, generar y promover nuevos liderazgos regionales en las 32 entidades federativas y para eso abrió el partido a gente nueva que todavía nadie conoce, pero que tienen muchas posibilidades.
En Hidalgo la circunstancia es menos romántica, las cabezas visibles del PES son personajes ligados a la cúpula del poder como Natividad Castrejón que se resiste a ser llamado “Chapulín” y gracias a su excelente argumentación retorica revuelca respuestas pero nada sucede en los hechos porque a pesar de ser dos veces candidato del PRD a la alcaldía de Pachuca, nunca lo favoreció el voto.
Sin embargo, la militancia priista anda inquieta porque aunque nadie quiera reconocerlo, en la conformación del PES local, hay muchas pistas de que una corriente tricolor, la más famosa de los últimos tiempos, tiene injerencia directa.
Tres factores electorales espera el PES Hidalguense: Respaldo económico para operar en Huejutla, Tulancingo y Tepeapulco, distritos donde sus candidatos tienen buena expectativa; ganar adeptos en sectores poco participativos y todo lo que pueda generar a su favor la simulación de la militancia priista.